1120 comenzó Norberto von Xanten en el remoto valle de Prémontré (latín: Praemonstratum) en el noreste de Francia con el establecimiento de un monasterio. Al año siguiente, él y un grupo de compañeros pudieron fundar allí una pequeña comunidad, que recibió el nombre de Premonstratense del lugar. Siguiendo la regla de San Agustín, vivieron como canónigos con orientación mundana y, por tanto, desempeñaron tareas “en el mundo”, especialmente en la pastoral en el campo. A lo largo de los siglos, la mayor orden de cánones de la Iglesia católica surgió de la comunidad de unos pocos que se esforzaban por vivir según el ideal de la comunidad cristiana original en unidad y desposesión. La primera sucursal en Alemania se fundó ya en 1122: en Cappenberg, en Münsterland. Un siglo después, había 600 monasterios premonstratenses en toda Europa, desde Irlanda hasta Hungría, desde España hasta Suecia.

Arnsberg es la única ciudad de Europa con tres monasterios premonstratenses. Estos tres monasterios Wedinghausen (1170), Ölinghausen (1178) y Rümbeck (1190) se presentaron juntos en septiembre de 2021.